Las rutinas se vuelven efectivas cuando realmente las adquirimos y vemos los beneficios que nos entrega. No solo son las rutinas de sueño, de estudio, de alimentación o de actividad física sino también las rutinas financieras. ¿Qué es esto?
Es desarrollar actividades para mejorar tu relación y manejo con el dinero. Cada rutina tiene diferentes resultados porque debe ser adaptada a la necesidad de cada persona, sin embargo, los efectos positivos no son solo en términos económicos.
Tener una buena rutina financiera implica mayor control de los gastos, mayor calma y mayor estabilidad emocional.
Acá te contamos cómo puedes empezar:
Prepara un presupuesto: Los gastos imprescindibles como vivienda, servicios básicos, alimentación, transporte y educación deberían estar fijos en tu presupuesto mensual. Pero cada mes tiene su hito o evento, y debes tenerlo en cuenta para que no te sorprenda ese regalo de cumpleaños en la oficina o la renovación de clóset. En base a ese presupuesto personal o familiar, tendrás tu línea de partida.
Arma un Excel o planilla de gastos: El registro es vital para un orden financiero. Ya sea que vives solo o con compañía, los registros de gastos deberían ser compartidos y visibles para que en base a datos específicos, puedas tomar las mejores decisiones para tu bienestar económico. Al visualizar los gastos, te puedes dar cuenta en qué estás gastando de más y en qué podrías recortar gasto.
Paga lo importante de inmediato: Apenas tengas tu ingreso, cubre lo imprescindible (dentro de lo cual puede estar el ahorro) y proyecta el mes para que no tengas que recurrir a línea de crédito o tarjetas comerciales.
Destina un monto fijo para inversión: Todos los meses, asegura un monto para tus ahorros y hazlos crecer con los Activos Alternativos de Xcala.
Con rutinas, hay muchísimos beneficios, solo tienes que informarte y empezar.
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