Enero fue un mes sólido para los mercados de renta variable, con el S&P 500 y el Euro STOXX alcanzando máximos históricos. La presentación del nuevo modelo de IA de DeepSeek en China generó dudas sobre la sostenibilidad de las valoraciones tecnológicas en EE.UU., lo que provocó volatilidad en algunos activos, aunque con un impacto limitado. Las primeras medidas tras la toma de posesión reafirmaron el compromiso del gobierno con sus objetivos clave, especialmente en comercio e inmigración. La Reserva Federal mantuvo las tasas sin cambios, citando posibles presiones inflacionarias y un sólido crecimiento del empleo.
En renta fija, el desempeño fue mixto: la deuda pública cayó inicialmente ante datos más restrictivos, pero se recuperó tras cifras de inflación más moderadas. El crédito también contribuyó, con una compresión de spreads en deuda high-yield e investment-grade en ambos lados del Atlántico. Sin embargo, los bonos japoneses a 10 años fueron la principal detracción, afectados por una nueva subida de tasas del Banco de Japón.
Los activos ligados a la inflación se beneficiaron de la apreciación en commodities y bonos indexados a la inflación. Los commodities repuntaron, con alzas en metales, petróleo y productos agrícolas.
Ambos fondos subyacentes lograron rendimientos positivos en el mes, con BW Pure Alpha MM destacándose, aunque MAN AHL Target Risk también obtuvo un retorno favorable. El fondo registró una ganancia del 2,72%, impulsada por la apreciación de acciones, crédito y activos sensibles a la inflación. La renta variable fue el principal motor, con un liderazgo de las posiciones europeas, mientras que la diversificación regional añadió valor con contribuciones positivas desde EE.UU. y Asia.
La exposición de MAN aumentó a lo largo del mes a medida que la actividad de cobertura se redujo. El overlay de correlación disminuyó su señal de desapalancamiento, mientras que el overlay de momentum moderó su impacto en renta fija. El overlay de volatilidad permaneció inactivo. Bridgewater mantiene una posición moderadamente larga en renta variable global, con apuestas destacadas en Japón, Europa y el Reino Unido, donde las valuaciones pesimistas presentan oportunidades. Está largo en el dólar, el yen y el peso mexicano. En renta fija, el fondo mantiene una posición corta en bonos en general, principalmente en deuda pública de EE.UU. y Alemania.
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